Podemos leer en el diario ABC, en su sección internacional, la preocupante situación del crecimiento en el número de suicidios entre policías de Francia. Parece ser que el año pasado se produjo un incremento del 79%, con un suicidio por semana entre policías nacionales. Como posible explicación, se baraja la crisis de los “chalecos amarillos”, junto con la falta de apoyo por parte de la Administración gala. No obstante, su Ministerio del Interior ha creado un servicio especial, la Célula de alerta y prevención del suicidio (CAPS), disponible las 24 horas del día, atendida por 79 psicólogos, que intentan responder a la creciente situación de angustia entre el cuerpo de policía. El estado de pandemia actual no ha hecho más que empeorar esta situación y se teme un incremento en el número de suicidios en este año.